Hay una comunidad de adultos que colecciona las historietas, comparten e intercambian ediciones especiales, muñecos y se reúnen en la Estación Mapocho y otros lugares para celebrar, cada tanto, el día del comic: un día tan importante como el día de la sopaipilla.
Hasta aquí, los comics habían sido una pérdida de tiempo mistificada por esa tribu urbana de fans post 40 años. Eso, hasta que entendí el valor de Batman, leyendo la columna de un viejo crack.
Este murciélago enmascarado, personifica y refleja un par de principios que hoy resultan odiosos a un importante sector de nuestra sociedad:
- Tú eliges tu destino y eres el único responsable.
- Las conquistas más importantes de la vida, se construyen con esfuerzo y tenacidad.
El resto de los superhéroes nunca movió ni un dedo para llegar a ser tales. Recibieron todo tipo de dones, entre picadas de arañas radiactivas y otros. En cambio, Batman, es un tipo “sufrido”. Bien podría ser chileno, por su familiaridad con las adversidades.
El primer bati-principio: tú eliges tu destino
La propaganda y los medios nos bombardean a diario con la idea de que el Estado debe asegurarnos el porvenir. Los mensajes que recibimos están completamente desvirtuados:
- “Tu futuro depende de otros”.
- “El Estado y la sociedad deben garantizar tu estabilidad económica y confort”.
- “Y si has tenido éxito o tienes dinero, deberías sentirte culpable”.
Estas ideas corrompen el espíritu de las nuevas generaciones, impregnando su mentalidad de supuestos igualitarios que cimentan una vida mediocre.
Cuando alguien dice que Fulano “tiene suerte” por la empresa o el trabajo que tiene – muchas veces con un tono de envidia – desconoce, en el acto, que Fulano para conseguir ese trabajo, estudió noche y día una carrera difícil. Y para entrar a esa universidad, mientras los mediocres se dedicaban al ocio, Fulano preparó su PSU con dedicación, una y otra vez. Y en sus años previos, en los momentos en que sus compañeros de clase llenaban sus cabezas con TV-Basura, Fulano, “el suertudo”, preparaba sus tareas y repasaba sus exámenes.
“La suerte es la combinación de la oportunidad con la capacidad”
Segundo bati-principio: el futuro se construye con tenacidad
Mientras a otros super-héroes no les costó nada llegar a la cima, Batman “se sacó la mugre trabajando”.
Se supone que llegó a una montaña en la que un grupo de guerreros nepaleses lo sometió a un durísimo entrenamiento, durante años. El curso de Navy Seals es como un día de camping comparado con el entrenamiento al cual fue sometido el incipiente superhéroe en sus años mozos.
El resultado: un tipo que asume que el temporal, el viento y la marea son el escenario del día a día. La vida de los emprendedores y de los hombres que tomaron el control de su destino para conseguir lo que quieren, es muy similar: lo construyeron con tenacidad.
Para tener éxito, los emprendedores tuvieron que enfrentarse a un montón de adversidades, entre las cuales, hay una multitud de organismos estatales cuyos funcionarios asumen lo peor. Lo peor, entiéndase como: el empresario es un tirano que abusa de sus empleados, que evade impuestos y que lucra (¡oh pecado!) de forma casi ilegal.
Una satanización constante de su persona: “el empresario”. El “rico”. El gerente “top” que maneja arrogante y perversamente su insoportable BMW…
Y si a todo lo anterior le sumas clientes cada vez más exigentes e informados, en una economía abierta que parece comoditizar (por la vía de la superabundancia) la mayoría de los productos, entonces para ser empresario hay que estar loco. O, segunda opción, estar dispuesto a seguir un difícil camino con perseverancia al estilo Batman y tragarse todos los bati-tragos amargos que eso conlleva.
Si Batman se presentara a las elecciones en nuestro país, no alcanzaría a juntar las 20.000 firmas necesarias; apenas mi señora y yo, además de un par de amigos, firmaríamos por su candidatura. Regresaría a Cuidad Gótica, decepcionado de nuestro país.
Nuestra sociedad ya no quiere esos superhéroes, los detesta.
Nuestra sociedad quiere bonos, pan y circo.
La nación que construimos, prefiere a los líderes que invitan al camino fácil, a evadir la responsabilidad de los actos, a pensar que nuestro destino es responsabilidad de otros; prefiere a los líderes del camino que conduce a las pequeñas cosas: el camino de los pequeños.
Los grandes personajes, como el self-made-heroe de Batman, en el Chile de hoy, sería declarado persona “non-grata”.
Recuerda que si eres un gerente a cargo de un equipo de ventas y realmente quieres que tus vendedores mejoren, podemos ayudarte.
