Es contra-intuitivo, pero el problema es otro. El problema es no invertir en las personas ¡y que se queden!.
Jim Collins, indica que los gerentes que lograron llevar sus empresas de “buenas” a “extraordinarias”, tuvieron en común una cosa. Esos gerentes se aseguraron de tener la gente correcta en la empresa y la gente incorrecta fuera de la empresa.
Desarrollar los talentos es la prioridad uno de un buen líder. Y sacar a los ejecutivos de bajo desempeño, es igual de importante.
A los que se quedan, ¿en qué entrenarlos?
Tal vez tienen problemas para:
- Agendar reuniones.
- Llegar a las personas clave.
- Cerrar los negocios.
- Diferenciar la propuesta.
- Etc.
¿Cómo saber cuál es la principal restricción?
La restricción del equipo o su cuello de botella, se entiende de la siguiente manera:
- ¿Cuál es el problema que cuando empeora, todo el negocio empeora?
- ¿Cuál es el eslabón más débil de la cadena?
- ¿Mis vendedores resuelven sus problemas solos?
Busca la restricción y capacítalos en eso. Más foco, menos actividades equivale a más venta.